Cuando un niño tiene una preocupación o siente una molestia, pide ayuda a un “mayor”.
Normalmente a su madre o a su padre.
Y tú a veces, no puedes ayudarle porque no tienes la solución en ese momento.
¿Se despierta en mitad de la noche con terrores y pesadillas que le agobian? Pues le metes en tu cama, y listo.
¿Llora cuando va al baño porque tiene un tapón y no le sale nada? Lo intentas con un zumo de naranja o le echas esos polvos que te mandó el pediatra para los casos de estreñimiento y a esperar.
¿Se agobia porque tiene un partido de fútbol, un examen en el cole o una prueba que le tiene más nervioso de lo normal? Pues nada, una manzanilla, mimitos y a tranquilizarle.
Pero a veces, todo eso no es suficiente. Ni para ellos ni para ti.
PADRES QUE YA USAN LOS IMANES PARA SUS HIJOS
Existen dos pequeños amigos en casa que se atraen y se repelen. Se llaman Rojo y Azul y él los puede utilizar.
Comprende cómo afectan los imanes a su cuerpo, y las comienza a utilizar.
Aprende las posiciones básicas para resolver las pequeñas cosas del día a día.
Contenido del libro:
PARTE 1
01. El por qué de este libro
02. Conceptos básicos antes de empezar
03. Cómo funcionan los imanes en mi cuerpo
04. Pequeños trucos para recordar utilizar tus imanes
05: Cuando IR al doctor sí o sí.
06. Cuando no utilizar imanes
07. BENEFICIOS secretos de los imanes
PARTE 2
01. Introducción
02. MEJOR PREVENIR QUE CURAR
03. Enfermedades de la infancia
04. imanes para:
Problemas de lactancia y dentición
Resfriados
Tos
Asma
Fiebre del heno y rinitis
Garganta irritada y amigdalitis
Ojos enrojecidos e irritados (y conjuntivitis)
Dolor de oídos y otitis
Digestión y energía
Problemas de lactancia y dentición
Problemas de apetito
Cólicos
Vomitos y nauseas
Mareos de viaje
Estreñimiento
Diarrea
Lombrices
Problemas de sueño
Eneuresis
Miedos nocturnos
Problemas de conducta
DHA
Autismo
Problemas de la piel y heridas
Sarpullidos
Eccemas
Heridas y traumatismos
picotazos de insectos
Cuando me topé con los imanes por primera vez, buscaba una alternativa para reactivarme por dentro y por fuera, para mejorar mi salud.
Y me dejé llevar, me puse en otras manos y me cambió la vida.
Así literalmente, parece exagerado, pero es lo que ocurrió. A partir de ese momento, me lancé a estudiar con el mejor, con el creador del Par Biomagnético, Isaac Goiz.
Pero estuve casi dos años muy perdida, frustrada porque no acaba de entender bien los imanes, los rastreos, el PH, el funcionamiento del par, conectar el cuerpo con el imán…y ni de broma me planteaba hacer terapias cobrando por mis servicios.
Eran demasiados conceptos nuevos para una chica procedente del mundo de la interpretación que no sabía nada de medicina.
Por eso, busqué mi propia metodología.
Me pusieron una cámara delante y empecé a explicar la esencia del biomagnetismo de una manera divertida, sencilla y fácil de entender. Era diferente y los que me escucharon apreciaron un valor que no encontraban en otros libros, cursos o eventos.
Desde entonces, ha llovido y por mis formaciones, tanto online como presenciales han pasado más de 500 personas, y he tratado a más de 4000 pacientes.
Cuando un niño tiene una preocupación o siente una molestia, pide ayuda a un “mayor”.
Normalmente a su madre o a su padre.
Y tú a veces, no puedes ayudarle porque no tienes la solución en ese momento.
¿Se despierta en mitad de la noche con terrores y pesadillas que le agobian? Pues le metes en tu cama, y listo.
¿Llora cuando va al baño porque tiene un tapón y no le sale nada? Lo intentas con un zumo de naranja o le echas esos polvos que te mandó el pediatra para los casos de estreñimiento y a esperar.
¿Se agobia porque tiene un partido de fútbol, un examen en el cole o una prueba que le tiene más nervioso de lo normal? Pues nada, una manzanilla, mimitos y a tranquilizarle.
Pero a veces, todo eso no es suficiente. Ni para ellos ni para ti.
Le pongo imanes para golpes, dolor de tripa, digestión, Hace dos días se quemó de refilón con la sartén y me pidió imanes para su mano. La peque ya sabe que funcionan!
Comparte en el grupo de Facebook la diferencia en el tobillo de su niño que se lesionó jugando al futbol. ANTES y 15 minutos DESPUES
Mi hija se duerme con los imanes casi todos los días.
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