Cuando descubres una terapia alternativa para la salud o para tu consulta como el biomagnetismo, se abre ante ti un mundo de posibilidades. El uso de los imanes te atrae porque te han dicho que funcionan y quieres usarlos. O quizás los has probado ya, has visto algún vídeo, leído un libro o asistido a algún taller. Aún así, las dudas te asaltan.
Seas terapeuta o busques sanar tus propias dolencias.
El biomagnetismo puede ser muy complejo o muy sencillo. Muchos creen que es imprescindible hablar “en chino”, usar terminología muy científica o tener nociones de medicina, acupuntura o reiki. Mi propuesta no va por ahí. Es diferente.
Soy clara, concisa y me gusta
divertirme sin dejar de tomarme en serio la salud.
Necesitas comprender el funcionamiento del cuerpo y aprender a detectar posibles anomalías para colocar los imanes. Pero, sobre todo, hay que comenzar y practicar. Una y otra vez. Cuanto más sepas de otro tipo de terapias, de fisiología o de anatomía, mejor. Eso es un plus que te facilitará el proceso y no lo voy a negar.
Esto sí se entiende, ¿verdad? Pues así son mis explicaciones.